martes, 13 de marzo de 2012

Presentando a Pajarraco

Pajarraco es una marioneta grande que produce unos extraños graznidos y encanta a los niños. Queremos presentarlo en el vídeo que acompaña esta entrada.

Al hablar de la importancia del protagonista en la anterior entrada del blog nos centramos en el punto de vista de los niños. En esta entrada nos queremos centrar brevemente en un aspecto fundamental del teatro: que el titiritero tenga afinidad con la marioneta. La transmutación en el personaje.

Una marioneta se transforma así en una prolongación del titiritero y de los niños, creando un espacio escénico compartido: un ámbito comunicativo a la vez personal y colectivo, donde se encuentran las motivaciones, intereses, expectativas y concepciones, de todos los que participan de una obra de teatro. Su motor sigue siendo la fantasía: la de quien idea y realiza la obra y la del que la recibe. Son códigos subjetivos que comparten un común cultural, lo que permite esa comunicación colectiva, la aparición de un lenguaje escénico común.

Sin más dilación, os presentamos a Pajarraco:

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